Programación vs. ventas en América latina

Los ejecutivos de Programación del mercado hispanoparlante se preparan para afrontar una época de economías depresivas, concentración de mercados, reestructuración de canales y una feroz competencia por el rating. La conquista por el televidente es un campo de batalla en el que la programación es protagonista, razón por la cual el equipo periodístico de TVMAS buscó entrevistas, testimonios y fuentes que nos permitieran presentar un panorama actual de las grillas, estrategias de los programadores, gustos y preferencias de los televidentes versus resultados.

En Estados Unidos los programadores apuestan en sus prime time a las telenovelas, y Telemundo y Univision son las únicas cadenas de televisión abierta que se disputan el mercado hispano en el país productor más importante del mundo. En México, la batalla está ganada por parte de la televisión abierta, donde el cable no logra aumentar el mordisco de una torta publicitaria en manos de Televisa y TV Azteca. En este país las telenovelas y las producciones locales se apoderan cada vez más del mercado, y las grandes series del coloso vecino del norte sólo logran imponerse en la televisión de nicho con una muy baja penetración. En Argentina, donde la televisión de pago representa el 40% en América latina, seguida por México y Brasil, y ocupa el tercer puesto de población cableada en el mundo después de Estados Unidos y Canadá, la pelea por el rating y por la torta publicitaria la sigue ganando la televisión abierta. Lo que sí pudimos corroborar, según los testimonios de casas productoras como Fonovideo en Miami y de distribuidores o comercializadores de la talla de Telefe Internacional, Comarex y Esmeralda Pictures, es que la televisión abierta sigue apostando a la producción local y preferiblemente en vivo, frente a una programación panregional de la TV por suscripción. En tanto los canales de cable locales sólo compiten con eventos especiales dado el bajo presupuesto y la poca publicidad, pero vale la pena destacar que la  mayor audiencia de estos canales la tienen los que emiten  noticias y deportes, que es programación en vivo. En Latinoamérica, la venta de lata es todo un laberinto; por una parte una serie por la que Argentina y México pagan hasta US$ 6 mil por episodio, países como Nicaragua, El Salvador y Honduras pagan US$ 400 por el mismo episodio. Los géneros como las series y sit-com o comedias de situación, que en la década pasada tuvieron gran auge, hoy ya no tienen un espacio en las grillas de la región. Sin embargo, las series de Hollywood siguen facturando por ventas al exterior US$ 3.500 millones anuales, contra un mercado interno que no supera el 75% de los costos y la rentabilidad. El vicepresidente de Programación de FOX admitió que “nuestro negocio no existe sin los mercados extranjeros”. De esta manera, queda confirmado que Latinoamérica es un convulsionado camino que apenas comienza, con un público que sigue prefiriendo sus propias historias, sus artistas y su idiosincracia, y que, a pesar del oscuro panorama de rating, Latinoamérica tiene una industria que madura, crece y se hace cada vez más creativa, capaz de conquistar pero también de ser conquistada, y sus responsables no se resisten a la competencia global en busca de un futuro mejor.

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